Mangahurco, parroquia del cantón Zapotillo en la provincia de Loja (Ecuador), se convierte cada año en un destino turístico destacado por el espectacular florecimiento de los guayacanes, un evento natural único que atrae a visitantes nacionales e internacionales. Este fenómeno ocurre por pocos días y tiñe de amarillo más de 40.000 hectáreas de bosque seco.
Los guayacanes, árboles maderables de gran valor ecológico, tardan hasta 200 años en alcanzar su altura máxima y están protegidos desde 1978 por los habitantes locales. Mangahurco ofrece además servicios turísticos como hospedaje, guías y áreas para acampar.